Cera negra en el oído del gato - Causas y tratamiento
Los problemas en los oídos son un motivo de consulta habitual en la clínica de pequeños animales. Generalmente, estos problemas se asocian a una mayor producción de cerumen o en un cambio en la apariencia de este. En el caso concreto de los gatos, existen algunas patologías que pueden cursar con una producción de un cerumen de color marrón oscuro o negruzco.
La etiología de estas patologías puede ser muy variada (parasitaria, infecciosa, tumoral, etc.) por lo que será imprescindible realizar un buen protocolo diagnóstico para determinar la causa subyacente e instaurar el tratamiento más adecuado.
¡Vamos a ver las causas de la cera negra en el oído del gato y qué hacer!
Otitis por ácaros
Los ácaros son artrópodos microscópicos que, a menudo, causan problemas óticos en nuestros animales de compañía. En los gatos, el ácaro que parasita con más frecuencia el conducto auditivo externo es Otodectes cynotis, el cual ocasiona una otitis denominada "otocariasis". Alrededor del 50% de las otitis en la especie felina están causadas por este ácaro.
La presencia de Otodectes en el conducto auditivo de los gatos ocasiona una serie de síntomas. El más llamativo es la aparición de una secreción marrón-negruzca, de consistencia pastosa o seca, que constituye una mezcla de cerumen, sangre y exudados. Además, los gatos parasitados sufren un picor intenso, lo que hace que se sacudan la cabeza y se rasquen con intensidad. Como consecuencia de ello, es habitual que los animales se autolesionen y se provoquen heridas y otohematomas.
El diagnóstico de la otocariasis suele ser sencillo. Al explorar el canal auditivo con un otoscopio se pueden visualizar los ácaros a modo de "pequeños globos refringentes", y al tomar una muestra del exudado y observarla al microscópico, se puede identificar la especie de ácaro responsable del proceso.
El tratamiento de la otocariasis en gatos requiere:
- Por una parte, la limpieza del oído externo: el interior del pabellón auricular (la oreja de gato) se puede limpiar con una gasa impregnada en suero fisiológico o clorhexidina (siempre diluida al 40%). Además de limpiar el pabellón auricular, se debe limpiar también el conducto auditivo externo para garantizar que el tratamiento antiparasitario penetra adecuadamente y es efectivo. Para ello, en necesario realizar lavados con productos especialmente formulados para la limpieza de los oídos de los gatos.
- Por otra parte, se debe instaurar un tratamiento antiparasitario para acabar con la infestación por ácaros. Se puede optar por aplicar antiparasitarios como el fipronil en forma de gotas óticas, o bien administrar un tratamiento tópico en forma de spot-on (pipetas) con fármacos como la selamectina.
Otitis fúngica
Otra de las causas que puede provocar la aparición de una cera negra en el oído del gato son las otitis fúngicas producidas por levaduras.
Las levaduras del género Malassezia se encuentran formando parte de la microbiota habitual del canal auditivo de los gatos. Sin embargo, ante la aparición de determinados factores predisponentes (como el incremento de humedad, cambios de pH, alergias, cuerpos extraños u otocariasis), esta levadura puede proliferar, dando lugar a una otitis fúngica. Es decir, las otitis por levaduras suelen aparecer de forma secundaria a otros procesos patológicos.
Los gatos que sufren una otitis por levaduras presentan un cerumen pastoso, de color parduzco y olor fuerte. No obstante, a diferencia de lo que ocurre en las otitis por ácaros, no suele existir un picor tan intenso.
El tratamiento de este tipo de otitis requiere:
- La limpieza del canal auditivo: como ya hemos mencionado, el interior del pabellón auricular se puede limpiar con una gasa impregnada en suero fisiológico o clorhexidina diluida. La limpieza del canal auricular requiere el uso de productos especialmente diseñados para la limpieza de los oídos de los gatos.
- La instauración de un tratamiento antifúngico con fármacos como el itraconazol, a dosis de 10 mg/kg/día, hasta que remita la infección.
Otitis tumoral
En el gato, existen dos tipos de tumores que también pueden ocasionar la aparición de una cera de color negruzco. Se trata del adenoma y el adenocarcinoma de glándulas ceruminosas. Ambos son tumores que afectan a las glándulas ceruminosas presentes en el canal auditivo:
- El adenoma es un tumor benigno: afecta fundamentalmente a gatos de edad avanzada. Los adenomas suelen ser nódulos o masas pedunculadas que rara vez se ulceran.
- El adenocarcinoma es un tumor maligno: suele ser invasivo localmente y frecuentemente metastatiza a ganglios linfáticos regionales y a la glándula parótida. Suelen presentarse en forma de masas ulceradas, irregulares y de apariencia friable. Al igual que los adenomas, suelen afectar a animales de edad avanzada.
En ambos casos es habitual que se produzca una secreción oleosa, de color marrón negruzca, que drena a través del conducto auditivo. La presencia de estos tumores en el canal auditivo suele generar molestias y picor, por lo que es frecuente observar que los perros sacuden la cabeza y se rascan las orejas.
El tratamiento de estos dos tipos de tumores es quirúrgico:
- En el caso del adenoma, debe realizarse una excisión conservadora. El pronóstico es bueno.
- En el caso del adenocarcinoma, se debe realizar una cirugía más agresiva, y en algunos casos puede ser recomendable instaurar un tratamiento de quimio o radioterapia tras la cirugía.
Falta de higiene
En la clínica de pequeños animales, es frecuente que los cuidadores de gatos acudan a consulta alegando que "mi gato tiene los oídos muy sucios". En estos casos, el problema suele deberse a una higiene inadecuada de los oídos.
Cada dos semanas, aproximadamente, se debe realizar una limpieza de los oídos de los gatos (tanto del interior del pabellón auricular, como del conducto auditivo). Cuando no se realiza esta limpieza de manera preventiva, es habitual que la cera se vaya cumulando en el canal auditivo y, con el tiempo, vaya adquiriendo una coloración oscura o negruzca. Esto se debe a que el cerumen va recogiendo los residuos presentes en el conducto auditivo (suciedad, detritus celulares, etc.) y va oxidándose en contacto con el aire.
En estos casos, la presencia de un cerumen oscuro no tiene un significado patológico por sí mismo, sin embargo, con el tiempo esta falta de higiene puede terminar ocasionando una pérdida de capacidad auditiva o incluso desencadenar un proceso inflamatorio o infeccioso en el oído.
Es por ello que resulta fundamental realizar una correcta higiene de los oídos de los gatos realizando limpiezas preventivas de forma periódica.