¿Es viable medicar a nuestras mascotas con medicamentos para humanos?
Medicar a perros y gatos con medicamentos específicos para humanos por parte de sus propietarios es una práctica habitual y puede comportar efectos indeseados. En algunos casos, fatales.
Es bastante frecuente atender intoxicaciones por haber administrado medicamentos para humanos a nuestras mascotas. Suele tratarse de signos digestivos como vómitos o diarrea, pero, en algunos casos, nos llegan mascotas con signos mucho más graves que deben tratarse como una verdadera urgencia.
Esto suele ser debido a que los medicamentos para personas en muchos casos no son aptos para perros y gatos, bien por su principio activo, por su excipiente o por su mecanismo de absorción.
En otros casos, donde el medicamento sí podría usarse, las concentraciones para personas no suelen coincidir con las necesidades de los animales, por lo que se tiende a sobre dosificar, con el perjuicio correspondiente para nuestra mascota.
Por todo esto, nunca se deben administrar medicamentos para humanos a nuestros animales sin consultar antes al veterinario.
¿Cuáles son los medicamentos más usados?
Entre los medicamentos más usados tenemos aquellos que utilizamos en caso de inflamaciones, dolor o fiebre, tipo paracetamol, ibuprofeno o aspirina. Son medicamentos que en concentraciones adecuadas podrían ser útiles pero que presentan un gran riesgo ya que las concentraciones a las que se comercializan son 10 veces superiores a la que le correspondería, por ejemplo, a un perro de 15kg.
Otro grupo de medicamentos utilizados son los antidepresivos y ansiolíticos para aliviar estados de nerviosismo en perros. Estos medicamentos a dosis incorrectas pueden provocar incoordinación, temblores, taquicardia e incluso convulsiones.
Medicamentos como el omeprazol o sustancias naturales como la valeriana o la tila se pueden utilizar con poco riesgo.
¿Qué síntomas presentan nuestras mascotas?
Los síntomas varían desde signos más o menos leves como vómitos, dolor abdominal, diarrea y anorexia, a signos más graves como diarrea hemorrágica, vómito con sangre, fallo renal e incluso la muerte.
¿Qué hacer si nuestra mascota ha ingerido alguno de nuestros medicamentos?
Si nos damos cuenta de que nuestro perro o gato ha ingerido accidentalmente alguno de nuestros medicamentos o presenta signos clínicos al habérselo administrado nosotros, lo mejor será acudir al veterinario. Administrar vomitivos caseros como agua oxigenada o sal puede resultar perjudicial. Administrar carbón activo o bicarbonato sería un mal menor.
Lo más recomendable será acudir al veterinario, que actuará de una u otra forma dependiendo del producto y cantidad ingeridos. Ya hemos comentado que, en algunos casos, los síntomas podrán ser graves y el pronóstico, cuanto menos, reservado.